𝕿ener padres separados era complicado, más aún si tus padres se odiaban. 𝕸arizza por su lado, trataría de ignorar sus problemas paternales, metiéndose en problemas de una manera consecutiva. Su pasatiempo era hacer desesperar a su madre. Dicho esto, Maritza, buscando molestar a su madre, se escapó al sur del estado a la casa de su padre. Sin saber que esos meses en la casa de su padre cambiaría su vida para siempre.