La esposa equivocada del Rey

Greys Louis parecía que se había convertido en una espectadora de su propia vida, pues no parecía tener la capacidad para tomar sus propias decisiones, y no se debía solamente a que la influencia de la mujer aún era un poco limitada en la época donde vivía, sino que su propia familia era la causa de su impotencia. Otra ves debía cubrir los desastres de su hermana menor que se había acostado en una noche de locura con unos de los hombres que había peleado en la guerra, y este había solicitado su mano en matrimonio ante el gobernante de nuestro país.

Como el hombre no recordaba muy bien el rostro de la chica solo el collar con el sello de nuestra familia era la evidencia de que había pasado la noche con mi hermana, pues mi familia decidió que sea yo la que reemplace a mi hermana menor que no quería casarse con un hombre de bajo rango, haciendo de esta decisión un secreto familiar, pero ¿Quién iba a decir que el hombre a quien mi Hermana confundió con un simple peón era el Rey del país vecino? Y aunque le insistí varias veces con que no era la chica que buscaba, Osiel Harmel no me estaba escuchando, pues aparentemente se había obsesionado con mi hermana aquella noche.