Adela fue contratada por la mamá de Demián para fingir ser la esposa de éste y figura materna de sus nietas bebés.
Desde el principio ella es ignorada por él, quien aún está sumergido por el duelo de la pérdida de su difunta esposa.
Los dos de carácter fuerte, son atraídos físicamente sin darse cuenta, haciendo lo posible por sentir lo contrario, sin lograr conseguirlo.
Dentro de la mansión casi ni se hablan y si lo hacen terminan peleando por la borrachera de Demián, sin que se den cuenta las niñas.
Adela, quien no tenía experiencia para nada en el amor, siendo virgen, comienza a tener todo tipo de sentimientos encontrados desde que lo conoce a Demián, intenta sentir lo contrario pero no lo logra, ni siquiera cuando éste la trata mal, cada vez se siente más atraída por él.