Mariana como una joven prospecto de la liga de boxeadores no puede quitar ni un gramo de esfuerzo, la misión es sencilla: "Subir al ring, noquear y volver a casa con mamá". Sin embargo, perdió en la última ronda de eliminatoria por un golpe ilegal, volver desde Brasil sin el dorado le provocó una noche de borrachera, consumida por el alcohol corrió por las peligrosas calles de la ciudad donde un llanto la llamó.
"Un niño no debería estar solo aquí", abandonado y triste. Mariana "la pantera" halló al pequeño león, pero no hay una leona cerca, ¿entonces es suyo?
Cuando creyó esos días olvidados un joven de cabellera rubia y ojos azules se presenta ante ella con una petición demente: "Devuelvame a mi hijo o la meteré a cárcel el resto de su vida, incluso ese cinturón que presume le será arrebatado".
El padre del leoncito resultó ser toda una bestia la cual no le dió ni una mirada a la cria quien se ocultó de él, puede ser un traidor o simplemente jamás le tuvo aprecio a su padre.
La pantera debe aprender a convivir con el león quien se cree el líder de la manada, actúa como uno y sus exigencias cada vez son mayores: "Creo que Rory quiere un hermano menor, sin duda, necesita un hermano manor".
¿Por qué la mira tan fijamente mientras declara aquello?