Riddle Me This - Edward Nashton

Ella se giró sobre su hombro para cerciorarse de que ese demente ya no se encontraba oliendole la espalda: nadie.
Casi como si se hubiera quitado un peso de encima, se derrumbó al suelo y tiró su espalda contra la pared. Muerta. Su mirada se nubló y lo único que percibió fueron manchas negras y borrosas.

Antes de caer dormida, vio unos zapatos negros, lustrados, apareciendo en su campo de visión, éstos se aproximaron rápidamente hacia ella.