Ara era una sombra en el aula, con su cabello oscuro que caía en mechones desordenados sobre su rostro, ocultando sus ojos llenos de historias no contadas. Se sentaba en la esquina más alejada, un libro siempre abierto en sus manos, como un escudo contra el mundo exterior. Cada página pasaba como un susurro, un refugio que la mantenía a salvo de las miradas curiosas y los murmullos de sus compañeros.
Jayden, por otro lado, era el alma solitaria del instituto. Con su mirada intensa y una aura de misterio que lo rodeaba, atraía a todas las chicas como un imán. Su sonrisa, a menudo enigmática, dejaba a todos preguntándose qué pensamientos ocultos se escondían tras su fachada de chico sexy y despreocupado. Sin embargo, detrás de esa imagen perfecta, había un vacío que lo acompañaba. A pesar de ser el centro de atención, Jayden se sentía más solo que nunca.
Cuando sus caminos se cruzan, el aire se carga de tensión. Ara siente que su mundo literario se tambalea al notar la forma en que Gian la observa, como si estuviera intentando descifrar un enigma. Mientras él se siente atraído por la profundidad que emana de ella, Ara lucha por mantener su distancia, temerosa de dejar que alguien entre en su mundo.
No crei que el amor me llegaría a los 24, mucho menos que era una niña de 17.
¿Problemas?
Uno: es menor.
Dos: es hija del pastor.
Tres: a mi hermano le gusta.
Cuatro: ¡es mi alumna!
Y cinco: es una chica...
Aunque lo último a mi no me importaba.
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En edición.
Finalizada.
Mi gato es el autor 🐱