- Tu eres mía - dijo acorralandome en la pared - No entiendes que te odio - dije tratando de quitarlo encima de mi - arruinaste mi vida, me separaste de mi familia, ¡¡ lo mataste!! - las lágrimas empezaron a salir de mis ojos sin remedio, al recordar todo lo que hizo para tenerme junto a el - No entiendes que nacimos para estar juntos, soy tu mate, entiendelo - su rostro demostraba que estaba comenzando a perder los estribos - tu tenías que esperarme, el no tenia ningún derecho a tocarte, a tomar lo que es mío - dijo viendome a los ojos con una expresión que me helo la sangre de que servía que fuera un adonis si era terrorifico, me tomo del rostro besandome posesivamente, una sensación de miedo me invadió. Como podría huir de aquí...