Mara, 15, Torremolinos (Málaga).
Sergio, 41, frutero de día, cargador de pesos pesados en la noche.
Marisa, 39, frutera y ama de casa.
Todos ellos formaban una familia española común y corriente. Sergio Sangüesa y Marisa Torres decidieron encargarse de su sobrina Mara hace ya 13 años tras la muerte de sus padres en un atentado de tren. Mara tan solo tenia 2 años y sus padres eran una pareja con mucho prestigio, ella solo los recuerda con fotografías que es lo unico que le queda de ellos (a parte de un medallón con las iniciales de sus apellidos, que su madre hizo especialmente para ella)
Un día Mara despierta en una habitación muy extraña y cerrada, no recuerda nada y se encuentra sola dentro del cuarto. Le presentan a Laura, una chica joven y simpática licenciada en psicología infantil. Laura y Mara hacen muy buenas migas intentando recordar que paso hace unas semanas, pero Mara se encuentra sola, nadie ha ido a buscarla y esta tiene un gran problema de autoestima tras sus ojos.