Absorbió el aroma a tierra mojada y disfrutó el sonido de las gotas cayendo de los arboles y chocando contra el suelo. La brisa de la noche acariciaba su cara creándole una sonrisa pacífica, sin preocupaciones, limpia. Cambió su expresión un poco cuando un peso repentino cayó en sus hombros, suspiró con melancolía y sonrió al sentir la presencia del moreno.