
La cabaña, enclavada en un rincón olvidado del bosque, se alzaba como un relicario de secretos y sombras. Sus paredes de madera, desgastadas por el tiempo, estaban cubiertas de hiedra y musgo, como si la naturaleza intentara reclamar lo que una vez fue suyo. Las ventanas, polvorientas y opacas, apenas dejaban entrever la luz de la luna, que se filtraba tímidamente a través de las nubes.All Rights Reserved