Aisha Jackson nació en los barrios bajos de una isla que parecía ser olvidada por el resto del mundo, donde la vida solo tiene un color: el de la lealtad a los tuyos. En Forum Drive, la pandilla de su familia, las reglas son claras: para sobrevivir, uno debe ser fuerte, implacable y dejar toda debilidad atrás. Pero cuando Aisha pierde a sus padres, asume el liderazgo con una promesa: mantener el legado de su sangre, sin importar el costo.
Tras la sangrienta luna de sangre, Aisha queda con una cicatriz en su cuerpo y alma que le recuerda cada día su promesa de venganza. Los años en prisión alimentan su odio y la convierten en una figura temida, pero también en alguien profundamente sola.
De vuelta en la isla, AJ se cruza con una mujer que no pertenece a su mundo. Sin saber su nombre ni su historia, algo en ella despierta una inesperada fragilidad. Esta desconocida, con su luz y vulnerabilidad, se convierte en el faro que Aisha nunca supo que necesitaba. AJ, conocida por su dureza y crueldad, se ve atrapada en un torbellino de emociones que desafían todo lo que conoce sobre el poder y la supervivencia.
La lealtad a su familia, se convierte en un peso que amenaza con ahogarla. La presión de la pandilla y las viejas deudas se ciernen sobre ella, mientras intenta proteger a la mujer que ha desafiado su coraza de hielo. A medida que se adentra en este dilema, Aisha debe confrontar una verdad desgarradora: el amor puede ser tanto su salvación como su perdición.
Aisha deberá decidir si su lealtad a los muertos y a su familia es más fuerte que el amor por la mujer que podría cambiarlo todo. En un mundo donde el poder y la lealtad son las únicas constantes, Aisha descubre que incluso la Rosa Negra puede marchitarse si el amor la atraviesa demasiado profundo.
Una historia de Mystheaven.
Siempre me pregunté por qué era la única que tenía una gema en mi frente.
-Eres una orferina como yo-dijo Elektra cuando la conocí.
Las gemas concedían un poder elemental, pero la mía seguía sin desarrollar. Elektra me llevó de vuelta a Bijoutier, el mundo donde nací. Descubrí que era la yeminesa de Aricuos, una princesa que todos pensaban estaba muerta.
Mi madre biológica, la Keratione, me recibió con los brazos abiertos como cualquier madre. Fue tan convincente que me lo creí, pero era una mentira, una gran mentira que guardaba un secreto relacionado a mi sangre y mi nacimiento.
Me vi obligada a huir del castillo. Y ahora me encuentro en una especie de aventura con cuatro plebeyos hacia la isla del Pozo de la Perdición. Un amatista misterioso, una esmeraldita cascarrabias, una turquesina audaz y un zafirito leal.