La fatídica Emperatriz se ha convertido en una villana

Alessia siempre fue consciente del peso de sus pecados.

Cuando envenenó a la amante de su esposo con la intensión de matarla, todo lo que quería era hacerle daño al hombre que una vez amó, sin embargo, su fracaso tuvo como consecuencia la destitución y el exilio. Con las manos vacías y en medio de la pobreza la muerte la abrazó cruelmente justo cuando había encontrado la felicidad.

No obstante, una segunda oportunidad vino a ella al despertar quince años en el pasado, antes de cometer el error de convertirse en Emperatriz.

Ahora que era una niña y tenía toda su vida por delante, haría hasta lo imposible para evitar ser elegida como Princesa Heredera, y si para ello debía de hacerse con la reputación de una villana, jugaría su papel sin dudar un segundo para conseguirlo.

No volvería a tomar la mano del Príncipe Ian JAMÁS.