La sinfonia de la soledad (BL) -johnlock-

Sherlock Holmes, el genio analítico, siempre había sido un enigma para su querido amigo, el doctor Watson. Sin embargo, había momentos en que la fachada de lógica y racionalidad de Sherlock se resquebrajaba, revelando una profundidad emocional que pocos conocían.

Watson había notado que, en ocasiones, cuando estaban a solas, Sherlock se volvía inexplicablemente tenso y distante. Su mirada se perdía en el vacío, y su respiración se tornaba superficial. Era como si estuviera luchando contra sus propios pensamientos.

Un día, mientras se relajaban en su apartamento de Baker Street, Watson se acercó a Sherlock para ajustarle el cuello de su camisa. Fue entonces cuando notó que Sherlock se puso rígido, su corazón latía más rápido y su piel se erizaba.

"Sherlock, ¿estás bien?" preguntó Watson, preocupado.

Sherlock se apartó bruscamente, su mirada fugaz. "Sí, sí, estoy bien", mintió.

Watson sabía que no era así. Había visto algo en los ojos de Sherlock, algo que no podía explicar. Una mezcla de miedo, vulnerabilidad y... ¿afecto?

En ese momento, Watson comprendió que...