Soy el maldito presidente de una de las empresas más importantes de la ciudad. Uno de los hombres más guapos y arrogantes que puedas conocer, jajaja... pero caerás a mis pies, por más idiota que sea. Si te digo que beses mis zapatos, lo harás. Punto. ¿Quieres que te lo demuestre? ...Ven y léeme.