El viento soplaba sobre sus cabellos humedecidos, sus mejillas se pintaban rosadas por el clima, era increíble ver a alguien sentado sobre la orilla del mar mirando el horizonte del cielo a tales horas de la madrugada, su mirada estaba perdida en sus pensamientos. Era tan tranquilo el sonido de las olas el viento golpeando con el mar en tanto tiempo aquel chico de cabellos rosados había sentido tal tranquilidad, tanta paz fue interrumpida de golpe por el grito de aquel hombre albino de ojos azules, tan azules que parecían un precioso reflejo del mar sobre el cielo, corría a toda prisa mientras gritaba.
-Itadori !!! - seguía repitiendo Satoru, esperando que aquella silueta que miraba desde la lejanía fuera la persona que buscaba con tanta ansia.
Aquellos gritos resonaron en la cabeza del chico pelirosa tanto que volvió en sí y al ponerse de pie y voltear a mirar no esperaba encontrar a Satoru corriendo hacia el.
Por un momento sus miradas se cruzaron y antes de poder pronunciar una palabra, Satoru le abrazó, estaba agitado había corrido desde la estación, sin parar, estaba desesperado por encontrar al pelirosa y al verlo por fin no lo soltaría por nada, lo amaba y estaba seguro que sus sentimientos eran para él. Quería dejarle claro que sus sentimientos eran por él y no por su hermano gemelo con el cual se había desatado aquel malentendido