Estaba una niña, de unos ocho años, en el salón de una casa manipulando el agua que había sacado de una botella. Hacía que el agua tomara diferentes formas: primero la de un dragón, después de un lobo y por último que imitara su forma. -Para ya que te vas a quedar sin energía- dijo una abuela entrando a la sala. -Si abu- le respondió la niña dejando el agua de nuevo dentro de la botella.- Abu, ¿me cuentas tu historia? - Claro que sí- le respondió la anciana sentándose en el sofá y la niña encima de sus piernas.- Pero, primero te contaré la historia de nuestra raza. Hace muchos muchos años atrás.....
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