En el reino de Camelot, donde la magia está prohibida y el destino teje hilos imposibles de romper, Merlyn, una joven con un don tan poderoso como peligroso, es obligada a dejar su vida en la sencillez para casarse con el príncipe Arturo Pendragon. Atrapada entre los muros de una corte que rechaza todo lo que ella es, deberá aprender a desempeñar el papel de princesa, ocultar su magia de un reino donde usarla significa la muerte, y proteger a su esposo, el hombre destinado a convertirse en el rey único y eterno de Albion.
El destino no acepta desvíos, y los engranajes ya han comenzado a girar.
Ambos son dos caras de la misma moneda, opuestos en tantos sentidos, pero innegablemente unidos por un propósito más grande que ellos mismos. Merlyn descubre que su misión no es solo proteger al futuro rey, sino también guiarlo hacia la grandeza, enfrentándose a intrigas cortesanas, enemigos invisibles y el peso abrumador de un amor que ninguno de los dos eligió, pero que quizá siempre estuvo destinado a existir.
¿Podrán aceptar que necesitan uno al otro más de lo que jamás admitirían? ¿O caerán bajo el peso de un destino que no da tregua? La leyenda de Albion está por comenzar, y todo empieza con una boda que sellará el futuro de un reino... y de sus corazones.
La sangre posee, según los creyentes, distintos significados para los dioses. Se estipula que para El Guerrero advierte una victoria o una derrota, para La Madre, la sangre señala una nueva vida salida de las entrañas de una mujer, y para La Doncella representa la fertilidad de su virtud.
*Sanemos nuestros corazones con un final alternativo y más feliz*