Existen muchas clases de personas en el mundo, como los altos, los bajitos, los gorditos o bonitos, los anormales o los normales, las morenas, rubias, pelirrojas como las fresas y las que son mezcla de alguna de ellas. Sin embargo a pesar de nuestras diferencias tienes que saber que todos somos de un modo u otro iguales en algo, que quizá no sea ni siquiera importante en ese momento, quizá no sea especial el compartir algo en común con alguien que ni en tus sueños más remotos lo hubieras deseado y aun peor imaginado, pero las pequeñas cosas que tenemos y podemos dar y mostrar son las que sin duda permanecerán en nuestra memoria por siempre.
Esta es solo otra historia de cómo dos personas muy diferentes en tantas cosas podían oír sus corazones latir juntos aun cuando no lo estaban en realidad.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...