El solo me miraba, tenía una mirada triste y se notaba que había llorado demasiado. Estaba en cunclillas para evitar que yo tuviera que esforzarme para levantarme, estaba todo mojado y su boca estaba ligeramente abierta, como si intentara decirme algo pero sus pensamientos no lo dejaban.
- Perdoname, .- logre soltar esa palabra para luego decirle lo que había pasado pero el me interrumpió estrellando sus labios contra los míos, saboreaba gotas de agua dulce y salada entrando en mi boca, ahí fue cuando me di cuenta que los dos estábamos llorando amargamente mientras no parábamos de besarnos. El tomo mi cara con ambas manos e hizo que me levantara para acercarme más a él; nuestros labios parecían estar esperándose porque se movían desenfrenadamente y con exagerado deseo, mis manos agarraron con furia su mejilla haciendo que se acercara a mí para poder romper con los pocos centímetros que nos distanciaban.
Nos separamos por la estúpida falta de oxígeno y lo vi directo a los ojos y grandes punzadas en mi corazón hacia que llorara de dolor al ver que sus ojos estaban totalmente rojos, pego su frente con la mía y sentí que realmente estaba muriendo cuando empezó hablar.
- Estoy renunciando a ti. ..
- ¿Qué? .... - Lo vi con tanto pero tanto dolor que siento que por eso voltio la mirada.
- Luche por ser el indicado, Dios sabe que lo intenté, Dios sabe que lo hice todo por no perderte pero verte con él.. - Alzo la vista al cielo y soltó un gran grito. .- ¿POR QUÉ LO PERMITISTE?.- cayo al suelo de rodillas y llorando dijo.- ¿por qué?