Horacio comienza a sentir que, a pesar de sus esfuerzos y posición, sus agentes lo subestiman y prefieren la opinión de Volkov.
En un principio, rechaza la idea de que esto se deba a su casta, ya que ha trabajado duro para demostrar que ser omega no lo hace menos competente. Sin embargo, con el tiempo, la constante preferencia hacia Viktor le hace cuestionarse nuevamente.
Una historia donde traumas del pasado, y de la actualidad, salen a flote. Inseguridad, presión, discusiones y deseos dejados al aire.
El temor también se hace presente, llegando con más problemas.
Horacio se siente desplazado y extraño, mientras que Viktor intenta entender y ayudar.
Su sobreprotección hacía su pareja debido a su anterior secuestro, puede ser en parte culpable.
O tal vez sea por algo más.
Louis tiene una hija de 3 años y medio, un día se le descompone el coche y tiene que llevar a su hija en tren a el colegio, su hija se encariña con un chico que le da miedo a su padre.