De una brisa pasajera
Encontré cien versos,
versos nacidos de un lamento,
versos nacidos de los besos,
besos que vagan sin dueño,
desapareciendo en el viento.
Besos fugaces, besos amargos,
besos suaves, frágiles,
besos dulces como el dátil,
besos apasionados,
besos que al filo se tornan,
como el último aliento.
Ahora de la brisa, solo queda el pasajero,
pero no hablo del viento,
hablo del lamento
que se queda, eterno,
con la esperanza de un posible regreso.
Y del dolor que habita en lamento,
solo espero un soplo eterno,
un descanso en el olvido,
o un suspiro del anhelo.
Quiero que sepas que aún te pienso,
que aún te espero,
que vivo del anhelo y del recuerdo de tus besos.
Si aún no he muerto, es porque aún te veo.
Aunque en tu vasto mundo ya no exista mi ínfima presencia,
en el mío, tú eres la única existencia.
«Cuando viste el potencial que tenía de convertirme en sol, quisiste convencerme de que era el cerillo más bonito que habías visto»
SINOPSIS
Ella era un alma libre, una sirena con ansias de conquistar los océanos. Él parecía el hombre perfecto, pero guardaba un secreto: quería convertirla en sardina y mantenerla cautiva en una pecera.
¿Cómo volver a nadar contracorriente, si la convencieron de que su vida debe ser tras los cristales?
¿Cómo volver a mirarse al espejo, si en el reflejo ya no se ve a sí misma?
Dime, ¿Cómo se encuentra el olvido?
365 cartas fueron la respuesta que Danny encontró para dejar atrás a Narciso.
•••