La penumbra de un sacrilegio levanta la ira, reclama la sangre, el enloquecido anhelo de salvación. El egoísta reclamo y desesperado arrebato para ser perdonados. Pero hay algo tan grande como el castigo divino, tan mortal como el veneno en la sangre y tan implacable como la corriente del Nilo. El amor y la crueldad tienen una sola cara, un solo nombre y un solo deseo.All Rights Reserved