Ella no podía sentirse más indiferente ante todo lo que le rodeaba. Él no tenía tiempo para contemplar que existía algo más allá del béisbol. Ambos vivían en mundos totalmente diferentes y contrastantes hasta que sus caminos decidieron encontrarse en aquella lejana primavera. Sí, en esa entrañable primavera en la que experimentaron eso llamado como primer amor.Todos los derechos reservados
1 parte