-Hola, ¿eres nueva? -dijo él, como si fuera una pregunta pero con una confianza que indicaba que ya sabía la respuesta. -Hola... Sí, soy nueva -respondí, tratando de no sonar demasiado incómoda. Y con la mochila todavía resbalándose de mi hombro, añadí-: Me llamo Lavanna. Estoy en octavo grado. ¿Y tú? Mientras hablaba, él se fijó en el drama que estaba teniendo con la mochila y, sin decir nada, la agarró por una de las asas para ayudarme. Lo hizo de manera tan natural que por un segundo olvidé lo raro que era que un extraño me ayudara con mi equipaje escolar. -Yo soy Cyran, de noveno -respondió, con una sonrisa despreocupada-. Te llevo a tu aula. DERECHOS DE AUTOR MIOS