Me levanté de la cama, en cuanto puse un pie en el suelo empecé a oír voces, voces terribles, dolorosas, gritando, todas a la vez, diciendo "no vales nada" "no sirves para nada" "no eres nada" y seguían y seguían. Me tapé los oídos fuertemente, cada vez más y más fuerte, las voces no paraban seguían ahí, no paraban.
Salí de mi habitación y corrí por el pasillo, seguía oyendo las voces, no paraban. Empecé a sentir lágrimas y más lágrimas que bajaban por mis mejillas, eran imparables.
Abrí la puerta de la calle, salí y empecé a correr a correr hacia la carretera, sonó un sonido, miré hacia el y vi unas luces hasta que todo se volvió negro y ya no estaba ahí.
No veía ninguna luz y eso es lo que recuerdo hasta hoy.