"Morí un 6 de octubre, a los siete años, el día de mi cumpleaños. No fue una muerte física, sino algo peor. Algo que me rompió por dentro, que me dejó sucio, manchado. Recuerdo las palabras grabadas a fuego en mi mente: 'Estoy roto, ahora ¿quién me querrá así?' Esas palabras son mi sombra, mi eco constante.
Diez años han pasado, y aún me siento como un fantasma en mi propio cuerpo. Cumplí diecisiete, sí, pero ¿qué significa la edad cuando el alma está estancada en un recuerdo doloroso? Cada cumpleaños es una tortura, un recordatorio de lo que perdí, de lo que me arrebataron.
Me miro al espejo y veo a un extraño. Un chico que intenta sonreír, que intenta fingir normalidad, pero que por dentro está gritando. ¿Quién podría amar a alguien así? ¿Quién podría amar a un pedazo roto de una persona que alguna vez fue un niño inocente? La respuesta me elude, me atormenta. Vivo con la esperanza de que algún día, tal vez, encuentre la respuesta. O tal vez, aprenda a vivir con la pregunta."
*los personajes no me pertenecen le pertenecen a Kishimoto*
*suicidio*
*abuso*
Todos en 3A sabían que su compañera peliazul era unica y extraña, su curiosidad solo es sueprada por su inocencia y belleza que cautiva a cualquiera...
Lo que no esperaron al entrar en los dormitorios es que Nejire-chan se fuera por las tardes y volviera muy tarde en la noche, a veces incluso no volvía en un día entero, todo era muy raro y siempre que se le preguntaba ella desviaba el tema.
Cansados y curiosos de lo que hacía decidieron seguirla y vaya sorpresa se llevaron...