Este libro es una reescritura del que una vez dediqué a Lyn, la persona que me enseñó que no era un robot. Con ella, recordé lo que es amar, no solo a alguien, sino al propio acto de amar, algo que había olvidado. Lyn me ayudó a reencontrarme con esa parte de mí, y en estas páginas, se reflejan las lecciones que aprendí y las emociones que reviví.