El amor es un sentimiento incalculable que no puede ser medido, comprendido, estudiado y, sobre todo, preso de ser sentido; y recurrimos a dejarlo salir a flote porque, a pesar de ser un hermoso sentimiento, contenerlo duele. Pero, ¿qué sucede con aquellos que son recriminados por sentirlo? Aquellos que son juzgados y encarcelados por sentir, aquellos sometidos por su entorno a castigos por amar sin inhibiciones; a aquellos que son mal vistos por la sociedad, a ti y a mí.