En el oscuro y sucio callejón junto al hotel, algo cae desde arriba. Un sonido sordo, como el de una bolsa de basura golpeando más basura. Theo Voulgaris, que se estaba limpiando la sangre de la cara con manos temblorosas, se sobresalta y da un paso atrás. Entre la montaña de bolsas y cajas aplastadas, una figura se mueve
Es una mujer pelirroja, la mirada perdida y la boca ensangrentada, que se sacude los restos de porquería. Se pone en pie con dificultad, tambaleándose, y, sin decir una palabra, le hace un saludo militar exagerado
«¿Q-qué... qué pasó?» Theo apenas logra susurrar, confundido
«Salté para ayudarte» responde ella, con tono casual, como si fuera algo normal
Theo se queda mirándola en silencio. Libet estaba llena de caos, y él no era más que otro pobre diablo de la ciudad, atrapado en una situación que no entendía. Otra mala noche, esta vez con una misteriosa mujer mayor entrando en su vida