Cuando una alerta de peligro impide a nuestro cuerpo movernos es más que suficiente para saber que debemos estar quietos, aunque aveces no podemos hacerlo.
La necesidad de ir en contra de lo que nos piden e imploran cumplir, es mucho más grande cuando eso que llena un alma vacía es escuchar esa alerta, como un inminente peligro que acecha, pero que promete estar ahí por razones más profundas que solo devorarte viva.
No lo entiendes, pero te atrae, pidiendo auxilio, no gritando maldiciones y distanciando aún más la poca cercanía que ganaron.
*FANFIC EN CONSTANTE EDICIÓN.
*Se prohíbe cualquier tipo de adaptación o intento de copia, idea cien por ciento mía, basada en la obra de Yukinobu Tatsu.
[No soy una profesional asique probablemente esta historia contenga errores de ortografía] [Acepto todo tipo de comentarios CONSTRUCTIVOS para el mejor manejo de la historia]