Jimin, un humano docel, decidido a ser madre acude a una clínica de fertilidad con la única solicitud de que su futuro bebé sea saludable, sin importarle demasiado la apariencia física. Lo que nunca se habría imaginado es que hubo un error y en lugar de utilizar el esperma de un humano, fecundaron su óvulo con el de un hombre lobo, y no cualquiera, sino el mismísimo rey de los alfas, Jungkook. La incredulidad invade a Jungkook al enterarse de que ha dejado embarazado a un humano y no cualquier humano, un docel. Sin embargo, al acercarse para confirmar los hechos con su olfato, descubre que el ser que crece en el vientre de Jimin es nada menos que su propio cachorro. Con este descubrimiento reclama al heredero de su linaje. Sin embargo, en el combo también estaba Jimin, quién también era suyo.