Narran los antiguos bardos que hubo un momento en que los rugidos de los dragones del continente del oriente arribaron a Esteria. La casa real los ignoró por muchos siglos, pero el olor a guerra y a enfermedad azotaba sin remordimiento la casa ancestral. Se dice que el emperador tomó una decisión definitiva y dio a conocer al mundo la existencia de su imperio. Se dice que la casa de la Luna salió en busca de la casa del dragón que tanto se lamentaba.All Rights Reserved