Secuestrando al hijo del primer ministro
6 parts Complete - Entonces yo me asusté mucho cuando esos tipos me tomaron del brazo, me jalaron muy duro y me quedó la marca roja, miren - escuché la voz de Lando, claramente exaltado. No era lo que esperaba. Había pensado que estaría aterrorizado, acurrucado en una esquina de la cama, temblando y buscando consuelo. Pero no.
Al entrar en la habitación, lo que vi fue una escena que, si no fuera tan surrealista, podría haber sido cómica: Lando, el joven y caprichoso Lando, estaba en la cama, rodeado de Max y Charles, los dos hombres más serios y disciplinados de mi equipo. Y ellos, en lugar de estar de pie vigilando, estaban pintándole las uñas de los pies con un cuidado casi artístico, como si fuera una niña pequeña preparándose para una fiesta. Los tres acostados, charlando como si fuera un día cualquiera, como si no estuvieran en medio de una misión que podría determinar mucho más que la suerte de un secuestro.
- Está muy rojo, Lan. Más tarde te traigo algo para el dolor. Y también debo hablar con Óscar. No es posible que te hayan tratado así - dijo Max, observando con atención la "marca roja" en el brazo de Lando, mientras movía los frascos de esmalte con una concentración de cirujano.
- Max tiene razón, Landito. Yo también hablaré con Carlos. Tienen que hacer algo con esos gorilas - agregó Charles, que se veía incluso más serio que antes, aunque en sus ojos había una mezcla de diversión y curiosidad.