Sombras y Sortilegios

Cuando Gilderoy Lockhart abandona su puesto en Hogwarts, Severus Snape cree que, al fin, se le otorgará el cargo de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, un puesto que ha deseado por años. Sin embargo, para su desconcierto y frustración, Dumbledore elige a una nueva profesora: Alice Nevadas, una bruja mexicana que posee una mente calculadora, una disciplina férrea y un enfoque racional que apenas oculta su perspicaz e inquietante mirada. Como nueva jefa de Ravenclaw, la casa de los intelectos despiertos, Alice pronto se convierte en un misterio que Snape no puede ignorar.

La presencia de Alice resulta tan cautivadora como exasperante. Su meticulosidad y su habilidad para anticiparse a los problemas chocan con el estilo implacable de Snape en el aula de Pociones, lo cual da pie a constantes y frías disputas. Severus se encuentra cada vez más irritado por su calma distante y su tendencia a analizar cada situación con la precisión de un ajedrecista; sin embargo, no puede evitar sentirse fascinado por la determinación que ella muestra y la manera en que enfrenta sus propias sombras.

Para Alice, Severus representa un enigma que activa su lado más introspectivo e inquisitivo. Aunque su naturaleza reservada le dicta no involucrarse, su aguda intuición y su sentido de justicia la llevan a ver a través de la máscara de dureza de Snape, percibiendo a un hombre marcado por la pérdida y el resentimiento. Sin embargo, su enfoque lógico y su temperamento individualista le advierten del peligro emocional que supone cualquier vínculo con alguien tan volátil como él.

Atrapados en una intriga que amenaza a Hogwarts con el despertar de la Cámara de los Secretos, ambos deberán trabajar juntos para proteger a los estudiantes, y en el proceso, aprenderán que el verdadero desafío no será solo contra las fuerzas oscuras de la escuela, sino también contra las barreras que ambos han erigido alrededor de sus propios corazones.