¿Amistad? Ya no se si creer en ella. La vida siempre se ha caracterizado por su habitual e incondicional ironía pero yo nunca había sido testigo presencial de ella. Siempre creí en las buenas personas, en buenos actos y la majestuosidad de la felicidad. Pero creo que estamos en un punto de la vida en donde no son valorados los buenos sentimientos y el encanto del enamoramiento. David, el típico príncipe azul de toda chica 'normal'. No negaré que sus habituales frases y su forma de actuar dominaban mis sentimientos. Su perfección, tan efímera como el amor. mí David, mi chico perfecto pero tan hueco que traiciono echándose la soga al cuello. Esto fue posible con ayuda de Jesús Arrieta, te quiero mucho.