El Club de la Patata frita

Tengo una teoría; los chicos con un ego tres puntos por encima de la media tienen el cerebro del tamaño de una patata frita, más fina que esta.

Eso pensaba yo hasta que conocí a Carter Carter. El sexy, provocativo y excitante extremo-izquierdo de soccer en el instituto West Wile High School.

Quien reforzó mi teoría hasta límites insospechados.

Vinieron a juntarse en el mismo sitio el que nunca se esconde, la que siempre lo hace, al que le encantaría hacerlo y la que piensa que eso nunca es una solución.

¿Que qué puede salir de eso? Ya te lo digo yo; nada bueno.

Amor, amistad, sexo, mentiras, arrogancia, estupidez, y alguna que otra peleita de adolescente hormonado.