Tras ser amenazada por un compañero de clase, Sellin se ve obligada a impartir lecciones para que este pueda pasar el examen de admisión a la universidad a la que su padre desea que asista. El único inconveniente es que unos ojos ajenos a la relación que irán formando están llenos de envidia y harán lo posible para romper el hilo que los une, por lo que publicará una foto que pondrá su mundo de cabeza. Cuando la envidia se pone en marcha, el amor es lo único que puede derrocarla.