Aún recuerdo sus ojos, la pequeña pero brillante luz que adquirían al verme he incluso aumentaba al escuchar cuando le decía... Te amo, soltando pequeñas sonrisitas tímidas, ruborizándose cuando lo tomaba de la cintura acercándolo a mi cuerpo, cepillando delicadamente mis labios sobre los suyos, sigo escuchando mí nombre salir en un susurro, lleno de cariño y sobre todo amor. Porque nada es más importante que estar con el amor de tu vida para siempre. PRÓXIMAMENTE