Plasma mi esencia en tus palabras, que nuestra unión despierte la envidia ajena, que quien lo lea sienta la intensidad de lo nuestro. Soy tu inspiración, y tú, mi escritora. ¿Puedes romper ese bloqueo y dar vida a nuestras emociones, mostrarle al mundo cómo en cada letra respiro yo? Admítelo: eres mía, mente y corazón me pertenecen. Lo has dejado por escrito, arriesgando que en cualquier instante pueda destrozarlo. Aquí estás, temblando entre la adrenalina y la duda de si este cañón disparará o guardará su bala.