Azrael, príncipe heredero del Reino de las Sombras Eternas, ha estado observando a Elowen desde las sombras durante años. La razón es simple: está maldito por un amor que no tuvo elección en sentir, condenado a reconocer en ella el alma de la primera bruja que una vez desafió las leyes de dos mundos. Cuando finalmente se revela ante ella, Elowen deberá enfrentarse no solo a sus poderes inexplicables y las flores negras que brotan a su paso, sino también a memorias de una vida anterior que comienzan a despertar. Memorias que podrían salvar dos reinos... o condenarlos a repetir una tragedia ancestral.