Después de cierto tiempo transcurrido, experiencias vividas, momentos recordados, palabras dichas, pensamientos obvios, actos realizados, lugares inolvidables, personas pasajeras, amigos verdaderos, frecuencias de tiempo que preferiblemente se querrían olvidar, seres existentes ignorados por estigmas, miradas perdidas hacia un rumbo fijo; y a su vez, miradas fijas hacia un rumbo perdido, competición para llegar a un objetivo innecesario, llanto iniciado por un sentimiento verdadero que poco a poco fue tergiversado hasta perderse en un sin número de fantasías, sueños, o imaginaciones, y ahora este anhelo que produjo la lágrima es ignorado o perdido, en una mente que raramente recuerda lo anterior mencionado, esto debido a estar viviendo la realidad que nos han creado mediante el tiempo y los medios de comunicación.
Ahora recuerda, todo esto es un sueño, no es tu sueño, no es tu vida, no eres tú, pero tampoco soy yo, ni ella, ni él, ni nosotros, ni nada, somos seres que no estamos aquí, pero sí estamos en aquel lugar que no hemos visto, pero que recordamos a diario, con particularidades tan mínimas, pero a su vez tan relevantes.
Etienne Sublime