Mientras fregaba suelos, Fluke soñaba con una vida mejor. Y un día su sueño se hizo realidad cuando descubrió que pertenecía a una de las dinastías más ricas del mundo. Pero el estilo de vida sofisticado y espectacular de la familia Natouch asustaba a Fluke. Por eso empezó a trabajar para el millonario griego Ohm Thitiwat y así ir familiarizándose con los entresijos de la alta sociedad. Ohm se había abierto camino en la vida desde los barrios periféricos de Atenas hasta convertirse en millonario, y lo había logrado a fuerza de conseguir siempre lo que se proponía... y ahora estaba decidido a conquistar a Fluke.