Mythoria

La Desaparición de los Dioses
El evento que transformó para siempre a Mythoria llegó con el Eclipse Final. En una conjunción cósmica sin precedentes, las estrellas de Astrael, los mares de Tyrena y las sombras de Umbrys se entrelazaron en una danza única y aterradora. Astrael, al ver la corrupción que su poder provocaba en los corazones mortales, propuso el sacrificio definitivo: los dioses abandonarían el plano mortal, dejando a las razas a merced de su propio destino.

Antes de su partida, cada uno de los Cinco dejó su última bendición sobre la tierra. Astrael otorgó su conocimiento a los magos; Tyrena bendijo los mares, asegurando la prosperidad de sus habitantes; Morthar selló un juramento de honor en los corazones de los guerreros; Eldara protegió los bosques con su espíritu inmortal; y Umbrys, en un acto de redención, juró guiar las almas al otro lado en paz.

Y, en un último resplandor, los dioses se desvanecieron.

El cielo se oscureció, y las razas de Mythoria sintieron el vacío dejado por su partida. La noche en que los dioses desaparecieron se marcó como el Año 0, el comienzo de una nueva era en la que los mortales caminarían solos, en un mundo lleno de recuerdos divinos, con el eco de sus antiguos protectores resonando aún en sus corazones, como sombras imborrables.