Hace mucho tiempo en el Lejano Oeste... Él se llamaba Remington Cooper... y claro que con ese nombre no podía ser ni cobarde, ni modesto, ni poco inteligente, ni pobre, ni faltarle elegancia, ni sin el porte adecuado para que cualquier dama perdiera el juicio por sus azules ojos. No podía ser...pero lo era. Era el hombre con más astucia e imaginación que hubiera existido jamás en Crocle City, un pueblucho de mala muerte al que él protegía de todo mal. Allí estaban nada más ni nada menos que 80 personas, 60 hombres y 20 mujeres, de los cuales tan solo 10 eran menores de edad, pues sí... Remington era el Sherif y con su reluciente placa se paseaba diariamente por los alrededores en su caballo llamado Sugar, un flacucho corcel con tantos años que ya ni dientes tenía. Todo lo que debía tener, a su modo lo tenía, pues su imaginación le brindaba valentía, fortuna y todo cuanto necesitara para salir de cualquier problema en el que se metiera. Si lo dejaban hablar...estaban fritos...no había quien se le resistiera, ni el más malo, ni la más linda chica...sus palabras conquistaban todo a su paso hasta que uno de esos días la suerte no le sonrió y sus palabras fueron silenciadas...