Valentina siempre había tenido una vida sencilla pero perfecta, hasta que todo cambió. La pérdida del trabajo de su madre la obligó a dejar Chicago y su mundo conocido para ir a España, a vivir con su abuela en una casa que no sentía suya. Allí, el pasado la esperaba en forma de Sebastián Montes, el chico que una vez rompió su corazón. Compartir el mismo techo con él no solo reabriría viejas heridas, sino que la empujaría a enfrentarse a sentimientos que creía enterrados. Lo que no esperaba era que, entre el odio y los recuerdos, el destino tenía otros planes.