En un reino donde la magia, el poder y el sacrificio se entrelazan, Kairon, un rey inmortal, y Hadriana, la reina que nunca lo fue, han construido un reino próspero, pero marcado por secretos oscuros. Juntos gobiernan como iguales, desafiando las normas y enfrentando los desafíos que vienen con un amor prohibido y un linaje lleno de misterios.
Cuando su hija recién nacida, Aelia, se convierte en el centro de una amenaza que podría destruir todo lo que han construido, deben tomar la decisión más difícil: proteger a su hija y enviarla lejos, a un lugar seguro, donde crecerá alejada de la sombra que se cierne sobre su familia.
En el camino hacia el exilio, Eryan, el hermano del rey, y Ravena, su leal hermana, se convierten en los guardianes de la niña. Sin embargo, mientras la pequeña princesa crece y su poder innato comienza a despertar, también lo hace la lucha por el control del reino. Ambiciones, traiciones y pasiones enterradas amenazan con cambiar el destino de todos.
Con un reino en ruinas, viejos amores resurgiendo y un futuro incierto, ¿será la princesa Aelia el salvavidas de su gente o la chispa que consume todo lo que sus padres han intentado proteger?
Lin Yi, un trabajador de oficina muy trabajador, murió una noche por exceso de trabajo. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontró en el cuerpo de un personaje que había sido carne de cañón y que había sido casado con un magnate como parte de una alianza comercial entre dos familias adineradas.
En este matrimonio, Lin Yi era prácticamente invisible. Su dominante marido nunca volvía a casa, dejándole sólo una asignación mensual de cinco millones de yuanes.
Lin Yi: ¡Qué buena oferta! ¡Es hora de vivir la vida como un adicto al sofá!
Aparte de eso, Lin Yi también tenía un hijastro llamado Huo Mianmian, un niño de tres años que era pequeño, suave y hermosamente refinado. Sin embargo, el niño generalmente era muy tranquilo y cauteloso con los demás, no se acercaba fácilmente a nadie.
Lin Yi no tenía que preocuparse por criar al niño, disfrutaba de su nueva libertad, su única preocupación era cómo gastar su dinero.
Cuando estaba feliz, compraba un inmueble comercial; cuando no estaba feliz, un coche deportivo...