Martin y Juanjo convivieron un tiempo como si fueran hermanos, cuando el padre de Martin decidió casarse con la madre de Juanjo, pero sus vidas casi no se tocaban: Juanjo era mayor y muy social, mientras Martin, más joven, vivía en su propio mundo. Tras el divorcio de sus padres, Martin se fue a Francia a estudiar, dejando en Juanjo la imagen de aquel "hermanito" tranquilo que recordaba.
Pero al volver, Martin era otro. Su apariencia y seguridad eran distintas, y aunque Juanjo intentaba verlo como antes, algo en su interior despertaba cada vez que lo miraba. Ya no podía verlo igual; ahora, Martin provocaba en él sensaciones inesperadas, difíciles de ignorar.
Juanjo llega a la arrolladora vida de la capital en su primer año de residencia como pediatra. Dejar su vida tranquila en el pueblo y zambullirse en el mundo hospitalario va a ser todo un reto para él pero... ¿será por el ámbito sanitario o por la característica forma de vida que llevan sus compañeros residentes?