jeli y dreck, niños de solamente 6 años, no sabian que un 10 de octubre, domingo, uno de los adultos en quienes mas confiavan, les traicionaria de una manera tan cruel, no savian que ese di perderian todo rastro de inocencia, todo rastro... de vida, consumiendolos una ola de tristeza y miseria, nisiquiera su propia familia les crello, porque estaban tan cegados por esa fe tan fuerte, que no les dejo ver lo que de verdad sucedia delante de sus ojos. dos niños traumatizados, adoloridos, y solos. no podian hacer nada mas, que seguir viendo, a ese vejestorio, que les habia echo un daño tanto mental como fisico. el tiempo pasa, pero esa erida, no sana.