La vida de Darcy, a sus 18 años, estaba llena de simplicidad. Sin embargo, de vez en cuando, los inevitables dramas adolescentes irrumpían en su rutina, despojándola de esa paz cotidiana. Lena Luthor se convirtió en uno de esos dramas adolescentes. Con Lena, las cosas nunca suceden como uno espera, ni siquiera para ella misma. Su presencia llega a ser hipnotizante, capaz de cautivar con todo lo que proyecta. Envueltas en un torbellino de emociones, ambas se enfrentarán a un constante vaivén de sentimientos. Las dudas, los temores y la culpa las acecharán cada vez que sus manos se rocen o cuando sus miradas se crucen de forma intensa. No obstante, esas sensaciones parecen desvanecerse cada vez que están solas en una habitación, como si el resto del mundo dejara de importar. Al final, solo les queda elegir la mejor opción.