En un mundo donde el poder y el crimen se entrelazan, la lealtad es una moneda de cambio y la traición, una sentencia irreversible.
Alessia Valentini Lombardo creció entre sombras, marcada por un pasado oscuro que forjó su carácter y la convirtió en una mujer despiadada. La venganza ha sido su único propósito, una herida que nunca ha dejado de sangrar. Tras años de silencio y control, su vida da un giro inesperado cuando uno de los hombres que fue responsable de sus peores recuerdos regresa a su camino.
Él, el hombre que dejó cicatrices invisibles en su alma, aparece de nuevo, y por primera vez, Alessia se siente vulnerable. Cada palabra, cada mirada, la transporta de vuelta a un tiempo donde la oscuridad dominaba su mundo, y sus miedos resucitan con más fuerza que nunca.
Pero, cuando su vida parece desmoronarse, aparece alguien más: un hombre que entiende las sombras que habitan en su alma, dispuesto a enseñarle a amar de una manera macabra, retorcida, pero profunda. Un hombre que sabe lo que significa vivir en la oscuridad y que está dispuesto a hacer todo por ella. A medida que su vínculo se intensifica, Alessia descubre una nueva forma de amor: peligrosa, destructiva y, a la vez, la más pura que jamás había experimentado.
En su búsqueda de venganza, aprenderá que el amor puede ser tan letal como el odio, y que, a veces, el precio del poder es perderse a uno mismo en los brazos de quien menos lo esperas.
En un mundo donde las sombras siempre acechan, ¿hasta dónde llegará para vengar su alma y abrazar un amor macabro?
Venganza en la Piel: la justicia no se pide, se arrebata.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".